Inti Raimi en Sacsahuamán

Recreación de al festividad del Inti Raimi en Sacsahuamán

El Imperio Inca

El Imperio Inca, cuyo auténtico nombre era Tahuantisuyu -“las cuatro partes del mundo”, se desarrolló entre los años 1200 y 1532 a lo largo de un extenso territorio que llegó a controlar territorios de los actuales países de Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia, Chile y Argentina. El centro del poder, la capital de este extenso imperio, se situaba en la ciudad de Cuzco, donde residía el inca o emperador.

Curiosamente, el Imperio Inca no contó con un sistema de escritura, algo que parece imprescindible para organizar administrativamente una unidad política, social y económica de semejante complejidad. O, por lo menos, no contó con una escritura tal y como lo conocemos convencionalmente, ya que los incas aportaron un modelo de registro de la información realmente peculiar: los quipus.

Los quipus

Quipu

Los incas usaban un sistema de registro de la información, los quipus, que utilizaba cuerdas de algodón y lana, anudadas. De una cuerda horizontal, colgaban varias cuerdas verticales con nudos de distintos tamaños y a distintas alturas. Jugando con el color de la cuerda, su longitud y ubicación en el conjunto, y la posición y tamaño de los nudos conseguían registrar la información que querían preservar.

¿Cómo funcionaba un quipu?

El sistema de los quipus es relativamente entendible si pensamos en términos cuantitativos, como podría ser el caso del recuento de bienes de carácter agrícola, ganadero o productos comerciales. También servían para supervisar y controlar los impuestos, la población o la actividad militar.

La posición de los nudos en la cuerda era la clave, ya que, según su ubicación, remitían a una cantidad concreta, siempre consignada en relación con un sistema decimal. De esta manera, funcionarían a modo de un ábaco que permitía contabilizar los productos. Pero parece ser que la función de los quipus iba más allá e incluso servía para recoger información de carácter cualitativo, como por ejemplo relatos, mitos o poemas relacionados con la historia del pueblo inca.

Vamos a ver un ejemplo concreto, que se explica en el Museo de América de Madrid:

Sistema de los quipus

En el esquema B de la imagen superior, vemos una simulación en la que el quipo estaría recogiendo las características de un pueblo en concreto. Empezando por la izquierda, el cordel rojo representaría las unidades de producción de maíz, el cordel azul se referiría a la producción de patatas, el tercero, amarillo, a llamas y el cuarto, el de color negro, haría referencia al número de habitantes. Las dos cuerdas que, a su vez, salen del cordel negro, matizarían cualitativamente a los habitantes de esta población, haciendo referencia a aquellos hombres que estuvieran enfermos y a los que estuvieran en disposición de combatir. Y cada uno de los nudos realizados en los cordeles rojo, azul, amarillo y negro, representaría las unidades.

La lectura del quipu, por tanto, nos permitiría conocer que en esa población, en ese momento en concreto, existirían 304 unidades de maíz recolectado, 432 de patatas, 102 llamas y 220 habitantes, de los cuales 31 estarían enfermos y 112 serían hombres que podrían ser movilizados para la guerra, en caso de que fuera necesario. Un censo económico y poblacional en toda regla.

Como ocurría en el Antiguo Egipto con los escribas, los responsables de la elaboración y gestión de los quipus, que recibían el nombre de quipuqamayocs, eran funcionarios estatales y se responsabilizaban de la contabilidad del imperio. Debían conocer de memoria las diferentes combinaciones y secuencias de nudos; esto les permitían asociar los números a la partida o concepto correspondiente.