Hemos regresado a Venecia donde nos esperan Thomas Mann y Luchino Visconti. Con la ayuda de ambos, presentamos a nuestro protagonista de hoy, Gustav Mahler. Ya comentamos en una entrada anterior que en la película «Muerte en Venecia», su protagonista, Gustav von Aschenbasch, era una mezcla de elementos autobiográficos de Thomas Mann y de episodios de la vida del compositor Gustav Mahler. Y, efectivamente, sabemos por su biografía que una de sus hijas murió siendo tan sólo una niña y que a lo largo de su vida tuvo problemas de salud, episodios que se muestran en la obra de Visconti.

Gustav Mahler

Gustav Mahler

Gustav Mahler por Auguste Rodin, Museo Pushkin

Gustav Mahler (1860-1911) fue un insigne compositor bohemio-austriaco, adscrito al Romanticismo Tardío. Influenciado por otros autores como Beethoven, Brahms, Bruckner o Wagner, creó su propio lenguaje musical que podemos identificar principalmente en sus ciclos de canciones y en sus diez sinfonías. Una de sus obras más significativas fue «El cantar de la Tierra«. Aunque para mí la más interesante y conmovedora de todas sus composiciones es su Quinta Sinfonía. Es precisamente el cuarto movimiento de la misma el que escoge Visconti para convertirlo en banda sonora de su película, en la que podemos escucharla en repetidas ocasiones, convertida en un auténtico leitmotiv. Aunque donde la melodía se hace especialmente conmovedora es en el trágico y desolador final de Von Aschenbasch. De hecho, aunque la sinfonía precede en el tiempo en más de un siglo a la película, su aparición en la misma contribuyó notablemente al éxito de Mahler.

Mahler terminó de componer su obra en el otoño de 1902 aunque a lo largo de su vida y hasta el año anterior a su muerte, volvió a ella continuamente hasta el punto de que hoy contamos con tres versiones impresas diferentes. La identificación entre su Adagietto y la película de Visconti ya es algo que ha pasado de forma indisoluble a la historia.

Voy a terminar este post con una frase de nuestro protagonista. Aunque imagino que Mahler la dijo en relación con la música, creo que puede aplicarse a muchos otros ámbitos de nuestra sociedad. La prueba es que la escuché en un congreso de Antropología en relación con el patrimonio inmaterial. Aunque esa es otra historia…
«La tradición no es la veneración de las cenizas, sino la transmisión del fuego».
Gustav Mahler