Imaginarme a Dánae encerrada en una alta torre me ha llevado a la que, probablemente, es la torre más famosa de la historia: la Torre de Babel. Creo que todos conocemos el relato bíblico, pero ¿existió realmente la torre o no es más que una fantasía del Antiguo Testamento?

La Torre de Babel

«Toda la Tierra hablaba una misma lengua y usaba las mismas palabras. Al emigrar los hombres desde Oriente, encontraron una llanura en la región de Senaar y se establecieron allí. Y se dijeron unos a otros: «Hagamos ladrillos y cozámoslos al fuego». Emplearon ladrillos en lugar de piedras y de betún en lugar de argamasa; y dijeron: «Edifiquemos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue hasta el cielo. Hagámonos así famosos y no andemos más dispersos sobre la faz de la Tierra». Pero Yahveh descendió para ver la ciudad y la torre que los hombres estaban edificando y dijo: «He aquí que todos forman un solo pueblo y todos hablan una misma lengua; siendo este el principio de sus empresas, nada les impedirá que lleven a cabo todo lo que se propongan. Pues bien, descendamos y allí mismo confundamos su lenguaje de modo que no se entiendan los unos con los otros». Así, Yahveh los dispersó de allí sobre toda la faz de la Tierra y cesaron en la construcción de la ciudad. Por ello se la llamó Babel, porque allí confundió Yahveh la lengua de todos los habitantes de la Tierra y los dispersó por toda la superficie.» (Fuente: Wikipedia).
Torre de Babel, Brueghel

La Torre de Babel, Pieter Brueghel el Viejo ( Kunsthistorisches Museum, Viena)

¿Os suena el relato? Esta bella y al mismo tiempo terrible metáfora explica en el Antiguo Testamento el origen de las lenguas del mundo. Siempre se ha puesto como ejemplo de la soberbia de la humanidad aunque a mí más bien me parece una muestra de cómo se las gasta Yahvé. En cualquier caso, el relato bíblico tiene una base histórica y hay consenso a la hora de identificar la famosa torre con un edificio real, aunque hoy en día desaparecido: el zigurat de Babilonia.

Babilonia y su zigurat

Reconstrucción del zigurat de Babilonia

La antigua ciudad de Babilonia estaba situada a orillas del Eufrates, en Mesopotamia. Tuvo varias épocas de esplendor, de las que hablaremos en alguna otra ocasión, siendo una de ellas la correspondiente al llamado Imperio Neobabilónico. Su fundador, el rey Nabopolasar (626-605 a. C.) y su sucesor, Nabucodonosor II (605-592 a. C.), embellecieron la ciudad con magníficos edificios, entre los que destacaba el zigurat (también conocido como Etemenanki). Se trataba de una pirámide escalonada en cuya cúspide se alzaba el templo a Marduk, divinidad protectora de la ciudad. En realidad no era una construcción nueva, sino que reconstruyeron el más importante de los templos de la ciudad, existente desde los primeros tiempos babilónicos, tras haber sido destruido por el rey asirio Senaquerib.

Sin embargo, la bella reconstrucción de Nabucodonosor, que probablemente dotó al zigurat de un acabado similar al de la famosa Puerta de Isthar, fue de nuevo destruida por los persas. Sus ruinas fueron localizadas en el año 1913 por el arqueólogo alemán Robert Koldeway. Los restos encontrados, junto con las fuentes escritas de la época, pueden cotejarse con el testimonio bíblico. La identificación del topónimo Babel con Babilonia, la mención a los ladrillos cocidos, la altura y monumentalidad de la torre y las fechas en las que presumiblemente se redactó el texto bíblico, han llevado a identificar la Torre de Babel con el famoso zigurat babilónico.

Así que, ¡sí, la Torre de Babel existió!