«Las troyanas» de Eurípides
Eurípides (480-406 a. C.) fue uno de los dramaturgos más importantes de la antigua Grecia. Cultivó el género de la tragedia, que llevó a su máximo esplendor en obras como «Medea» o «Electra«. «Las Troyanas» formaba parte de una trilogía en torno a la Guerra de Troya que incluía otras dos tragedias: «Alejandro» (otro de los nombres que recibía el príncipe troyano Paris) y «Palamedes«.
El elenco de actrices es apabullante: Katharine Hepburn interpreta a Hécuba, la viuda del rey Príamo, que ha visto fallecer a su esposo, sus dos hijos y su nieto; Geneviève Bujold, en una breve intervención, recrea magníficamente la locura que ha poseído a Casandra, sacerdotisa de Apolo e hija de los reyes de la ciudad; Vanessa Redgrave interpreta a Andrómaca, la viuda de Héctor, que es capaz de anteponer el orgullo y la valentía, digna de la esposa de un héroe, antes que dejarse sumir en el terrible dolor por la pérdida de su hijo, tan sólo un niño; y finalmente la actriz griega Irene Papas, bellísima como no puede ser de otra manera, interpreta a Helena. Cuatro mujeres firmes, cuatro mujeres valientes, cuatro supervivientes al dolor. Un canto a la valentía y al orgullo de las mujeres, aunque la historia culmine en un duelo final entre Hécuba y Helena que pondrá de manifiesto que la auténtica culpable de tanto odio y tanta muerte sea esta última, mujer al fin y al cabo. Helena se defiende de forma contundente: no fui yo, fue Afrodita quien mi hizo perder el sentido. Pero las mujeres troyanas saben que detrás de sus acciones se escondía un deseo humano, no divino.
Cacoyannis no sólo acierta con el reparto: escoge un espectacular paraje desolado -curiosamente, la película está filmada en Castilla-La Mancha- y un sobrio vestuario en colores negros y grises para adecuar el entorno con lo que están viviendo sus protagonistas. Una desasosegante banda sonora a cargo de Mikis Theodorakis va de la mano de la historia. Apenas se vislumbran elementos de atrezzo que nos hablen de un pasado griego: alguna armadura, alguna panoplia militar. Pero ellas podrían ser cualquier grupo de mujeres, en cualquier lugar del mundo: devastadas por la guerra, supervivientes de un mundo cruento.
Deja tu comentario