En el último post, presentábamos el globo de Behaim, el ejemplo más antiguo conservado de globo terráqueo. ¿Pero dónde situamos el origen de la cartografía, es decir, el comienzo de las representaciones bidemensiones de los espacios geográficos?
Los mapas más antiguos
Desde tiempos inmemoriales, los seres humanos hemos tenido la inquietud de representar gráficamente el entorno que le rodeaba. Se dice que el mapa más antiguo de la humanidad es el mapa de Abauntz (Navarra), de época paleolítica, en el que, sobre un canto rodado, se ven incisos una serie de motivos que se han interpretado como un paisaje. Representa probablemente el entorno de la cueva en la que se halló esta pieza, incluyendo una montaña, ríos, caminos y animales. Una auténtica proeza teniendo en cuenta que se data en torno al 12.000 a. C.
Aunque los mapas más antiguos, claramente reconocibles, son los que proceden de Mesopotamia. Se suele aceptar tradicionalmente que la representación cartográfica más antigua es el llamado “Mapa de Gasur”, un documento mesopotámico, adscrito a la cultura acadia, plasmado en una tablilla de arcilla.
La tabilla, fechada en torno al 2300 a. C., se encontró en 1930 durante las excavaciones en el yacimiento arqueológico de Ga-Sur en Nuzi, al norte del actual Irak. Aunque se trata de un documento de carácter administrativo, con textos en escritura cuneiforme, representa someramente un paisaje en el que se distinguen un espacio rodeado por dos líneas de colinas y atravesado por un curso de agua.
También de origen mesopotámico, es el que podríamos considerar primer mapamundi de la historia. Datado hacia el 600 a. C. es, igual que el Mapa de Gasur, una tabilla de arcilla sobre la que se representó el mundo conocido: un círculo, rodeado de agua, que coloca a la ciudad de Babilonia en el centro del mundo conocido, referenciando otros lugares como Asiria o puntos geográficos como los ríos Tigris y Eúfrates.
Si hicieráis vuestro propio mapamundi, ¿no os colocariáis también en el centro?
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