Buscaba para este blog un viajero de la Antigüedad. Ulises/Odiseo -y su regreso a Itaca- fue el primer candidato. Dédalo escapando de Creta y llegando a las costas de la Magna Grecia también estuvo presente en la elección. Su desafortunado hijo, Icaro, que murió ahogado en el Mediterráneo, llegó a ser el primer título. Pero faltaba algo elemental. Tenía que ser mujer. Y ahí llegó Aspasia, ese fascinante personaje histórico del que tan poco sabemos a pesar de vivir en primera persona una de las épocas más fascinantes de la historia de la Humanidad. Aspasia nació en Mileto, una ciudad griega de las costas de Jonia, en Asia Menor, actual Turquía. Pero viajó. Y pasó la mayor parte de su vida adulta en Atenas. Viaje iniciático como el nuestro.
Atenas y Aspasia
Hay lugares y momentos que parecen estar tocados por una varita mágica, en los que las circunstancias políticas y económicas propician un caldo de cultivo donde florece lo mejor del espíritu creador y artístico de los seres humanos. La Atenas del s. V a. C. fue uno de estos lugares. A pesar de los conflictos que atravesó, como la Guerra del Peloponeso o las Guerras Médicas contra los persas, la polis griega por antonomasia floreció durante su época clásica de la mano de políticos como Pericles. Y volvemos a encontrarnos con Aspasia, compañera, amante, tal vez esposa del político ateniense. Aspasia pudo acceder a la esfera pública, de la que quedaban excluidas las mujeres, gracias a su condición de hetaira o cortesana. Pero no hay duda de que sus legendarias inteligencia y belleza, sus dotes en retórica o su educación fueron realmente lo que le llevaron a relacionarse con los personajes más emblemáticos de su época, como el propio Pericles, los filósofos Anaxágoras y Sócrates o el escultor Fidias, responsable de todo el programa decorativo del Partenón de Atenas.

«El debate de Sócrates y Aspasia» de Nicolas-André Monsiau
La Aspasia de Julio Medem
Una entretenida manera de conocer mejor a Aspasia y su época es a través de la novela de Julio Medem “Aspasia, la amante de Atenas”. Ver a un director de cine convertido en novelista puede despertar ciertas suspicacias, pero en el caso de Medem el talento parece abarcar tanto el cine como la literatura. Un exhaustivo trabajo de documentación sobre la Atenas clásica es la base para la creación de una estupenda novela histórica que aúna por igual la amenidad y la rigurosidad de los datos históricos. Es cierto que apenas sabemos nada de los primeros años de vida de la bella Aspasia, pero Medem reconoce que se ha permitido la licencia de recrear una infancia y juventud que nos lleva hasta Mesopotamia y el harén del rey persa Artajerjes, para después hacerla pasar por Esparta antes de llegar a la ciudad más importante de su vida: Atenas. En origen, Medem tenía previsto rodar una película, pero problemas presupuestarios le llevaron a convertir su trabajo en un libro que, según cuenta el director donostiarra, nunca se transformará en cine. Así que, por lo menos, disfrutemos de esta inmersión en la Atenas de Pericles de la mano de su mujer, Aspasia.
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