41. Agamenón de Micenas y la Iliada de Homero
Uno de los objetos arqueológicos más habituales de Teotihuacán, México, que ocupaba nuestro post anterior, eran las máscaras talladas en piedra. Sigamos con máscaras y Arqueología para llegar a… no, no le va a tocar (todavía) el turno a la máscara de Tutankhamon. Nuestra protagonista de hoy va a ser: la máscara de Agamenón.
La máscara de Agamenón

Máscara de Agamenón, Museo Arqueológico de Atenas (foto: Wikipedia)
La Guerra de Troya

Reconstrucción de Micenas (foto: radspain.com)
Pero hablemos un poco de la historia para poder situar a Agamenón. Los antecedentes de la Guerra de Troya se corresponden con un mito tan hermoso que creo que es mejor postponerlo para dedicarle una entrada completa del blog. Lleguemos por tanto, con un ligero salto, al momento en el que el joven príncipe troyano Paris, hijo de los reyes Príamo y Hécuba, huye a Troya llevándose consigo a Helena, la mujer más bella del mundo. Hasta aquí todo bien. Pero el problema es que Helena estaba casada con Menelao, rey de Esparta, que lógicamente no aceptó humildemente la traición de su esposa. Sin embargo, Menelao no tenía arrestos suficientes para encarar el problema, así que acudió a pedir ayuda a su hermano Agamenón, que reinaba en otra ciudad, de nombre Micenas. Agamenón se sintió ultrajado por el deshonor que había sufrido su hermano o, más probablemente, vio una ocasión inmejorable para atacar Troya, ciudad envidiada por muchos por su privilegiada ubicación a orillas del mar, en el estrecho de los Dardanelos. Troya controlaba, por tanto, una importante ruta comercial que, primero atravesando el Mar de Mármara, llegaba después al estrecho del Bósforo para acceder al Mar Negro, comunicando éste con el Mediterráneo. Así que Agamenón convocó a otras ciudades vecinas, todas ellas culturalmente griegas pero políticamente independientes, y consiguió juntar un poderoso ejército que, atravesando el Mar Egeo, arribó hasta las costas de Troya.

Recreación del sitio de Troya (foto: theredlist.com)
La Iliada

Círculo A de Micenas (foto: Wikimedia Commons)
En las excavaciones de esta última, que llevó a cabo de forma bastante poco ortodoxa, excavó el llamado círculo A, un conjunto de tumbas en el interior de la ciudadela de Micenas. En una de ellas, la magnífica máscara de oro que corona esta entrada del blog, cubría el rostro del difunto. Schliemann, a quien en realidad sólo le interesaba rescatar el pasado homérico, bautizó el tesoro arqueológico con el nombre de «Máscara de Agamenón». Hoy en día sabemos que ésta se data en un momento bastante más antiguo que la época en la que vivió el rey homérico. Pero la epopeya de Troya, de Homero, de Schliemann, es de tal envergadura que hoy en día todos la seguimos identificando con este nombre.









