Estatua de la LibertadDe la mano de Adele-Bloch Bauer y Gustav Klimt hemos llegado a la ciudad de Nueva York. Y no hay nada más representativo de la misma que la famosísima Estatua de la Libertad. Los que conocéis la ciudad, probablemente estaréis de acuerdo en que destaca mucho más como imagen icónica de Nueva York y emblema en cientos de películas que por su presencia real en la ciudad. Hay que asomarse al extremo sur de Manhattan y, mejor todavía, tomar un ferry hasta Staten Island para poder verla de cerca.

En el museo Oiasso de Irun, existe un pequeño aplique romano en bronce que representa al dios Sol, o a Helios, tal y como lo conocían los antiguos griegos. Su aspecto recuerda inevitablemente a la Estatua de la Libertad. Por ese motivo, es pregunta recurrente entre los visitantes más jóvenes, lo de «¿qué hace la Estatua de la Libertad en un museo romano?». Pero en realidad, la pregunta debería ser, «¿qué hacía el diseñador de la Estatua de la Libertad copiando la iconografía de un modelo clásico?».

La Estatua de la Libertad

La Estatua de la Libertad fue un regalo que Francia hizo a Estados Unidos en el año 1886, para conmemorar el centenario de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos. Fue diseñada por el escultor francés Frédéric Auguste Bartholdi con una estructura interna llevada a cabo por el ingeniero Alexandre Gustave Eiffel, conocido por la famosísima torre parisina (-es curioso como los dos símbolos más representativos de ciudades en el mundo, como son la Torre Eiffel en París y la Estatua de la Libertad en Estados Unidos, contaran con la intervención del Eiffel; al igual que es curioso recordar que ambas tienen poco más de cien años-). Eiffel diseñó una estructura interna sobre la que pudieran ir ensamblándose las chapas de cobre de la superficie exterior. También intervino el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc, famoso por sus restauraciones, en la elección de los cobres de la estatua.

Ensamblaje de la Estatua de la Libertad (foto: www.unabrevehistoria.com)

Los distintos fragmentos de la Señora Libertad se fundieron en Francia y atravesaron el Atlántico para ensamblarse in situ.

La Estatua era una alegoría del concepto de libertad, que iluminaba al mundo con su antorcha, personificada en la diosa romana Libertas, de la que tomó su vestimenta clásica. La tablilla que porta en su mano izquierda es una representación de la ley y el derecho y lleva escrita la fecha de la independencia de Estados Unidos: 4 de Julio de 1776. Si queréis tener más información sobre su historia o conocer anécdotas como su presencia en películas, daros una vuelta por la web www.laestatuadelalibertad.com, desde la que también se pueden adquirir los tickets para la visita.

Además, su iconografía o aspecto recordaba al famoso Coloso de Rodas, una de las siete maravillas de la Antigüedad, que representaba al dios Helios, identificado con el Sol. De ahí que su famosa corona, la misma que podemos ver en el pequeño aplique romano, represente los rayos solares, tal y como sucedía con el Coloso o cualquier otra representación antigua de esta divinidad solar.

Coloso de Rodas