Y de «El cuaderno dorado» a la lluvia de oro. Este término tan inquietante responde a una conocida leyenda de la mitología clásica, la de Dánae y Zeus. El episodio se convirtió en un importante tema iconográfico en la historia del arte, siendo su versión más conocida la de Gustav Klimt.

El mito de Dánae

Dánae en una cerámica griega (foto: Wikipedia)

Dánae era una princesa, hija del rey Acrisio de la ciudad de Argos. A Acrisio el oráculo le había vaticinado que sería destronado por uno de sus hijos. Para evitar tal pronóstico optó por la más drástica de las soluciones: evitar que su hija tuviera descendencia, encerrándola en una altísima torre.

Pero Dánae, joven de gran belleza, se convirtió en fruto del deseo para Zeus. Zeus (el Júpiter de los romanos) dedicaba gran parte de su tiempo a intentar seducir a jóvenes y metamorfosearse en todo tipo de animales o elementos para poder conquistarles. ¡La lista de metamorfosis y amantes es casi interminable! En esta ocasión, Zeus lo tenía un poco más complicado dado el encarcelamiento de Dánae. Así que se transformó en una lluvia de oro que pudo filtrarse por la ventana de la torre, yacer con la joven que quedó embarazada del héroe Perseo.

El tema de Dánae y la lluvia aparece en varias ocasiones en la historia del arte. Tiziano fue uno de los pintores que recreó el mito, también escogido por Rembrandt. Pero la versión más conocida es la realizada por el pintor de la Secesión de Viena, Gustav Klimt.

 

 

La versión de Gustav Klimt

Danae, Gustav Klimt. (foto: Flickr Amphaphan Schmidtke)

Klimt, muy influenciado por el arte bizantino y oriental, era un auténtico fan del dorado. Algunos de sus cuadros más famosos, como «El beso«, están impregnados de este color que lo llena todo con su luminosidad. Así que no es de extrañar que el tema de Dánae le resultara interesante: la sensualidad de la princesa griega, junto con la lluvia de oro, encajaba perfectamente en su repertorio.Para plasmar el mito, el pintor vienés escogió un formato cuadrado y resaltó el aspecto sensual y sexual del mito. Una exuberante Dánae aparece dormida, recostada en su lecho, mientras Zeus se desliza entre sus piernas, con un alto simbolismo erótico.

¿Qué versión pictórica del mito de Dánae os gusta más? ¡Espero vuestra opinión!