108. Stradivarius

El violinista francés Jacques Thibaud tenía un violín Stradivarius que desapareció con él en el trágico accidente de avión que le quitó la vida. ¿Pero qué tienen de especial estos violines que se han convertido en sinónimo de virtuosismo y prestigio?

Antonio Stradivari (1644-1737) fue un famoso luthier italiano, es decir, un artesano especializado en la fabricación de instrumentos de cuerda. Stradivari, que ha pasado a la historia como Stradivarius, trabajó en la ciudad de Cremona, reputada por la calidad de la madera de sus bosques, de la que también se abastecían otros famosos talleres como Amati o Guarneri. Pequeñas novedades introducidas en la forma del arco y del violín le llevaron a convertirse en un reputado luthier, famoso ya en su época. Aunque ha pasado a la historia como constructor de violines, también realizó otros instrumentos de cuerda como arpas, guitarras, violas y violonchelos. Se calcula que unos mil instrumentos salieron del taller.

Cuando hablamos de instrumentos de viento, cuanto más modernos mejor. Curiosamente, en el caso de la cuerda, la edad es un rango, y los más reputados violines, de mejor sonido y más brillante calidad, son piezas centenarias. Los violines antiguos son auténticas piezas de coleccionista (el récord está en un Stradivarius vendido en subasta, ¡por más de 3 millones de dólares!) y cuando un violinista decide cambiar de instrumento tiene que iniciar una auténtica búsqueda de luthier en luthier y de tienda en tienda para dar con aquel violín que realmente se ajuste a las condiciones de sonido que está buscando. Son siempre, por tanto, productos de segunda mano. Y la relación entre un intérprete y su instrumento es tan importante que no pueden comprarse a la ligera.

Los violines Stradivarius cuentan con las más reputadas virtudes de sonoridad que les hacen estar en el top del ranking de luthiers a lo largo de la historia. Se dice que los mejores Stradivarius que salieron del taller son los que el luthier elaboró entre 1683 y 1715. Hoy en día se conservan unos 150 violines Stradivarius, pero dado su extraordinario valor son piezas que sólo están al alcance de los más grandes intérpretes en activo que en ocasiones ni siquiera son sus legítimos propietarios.